Desde hace décadas, los científicos de todo el mundo han alertado sobre el impacto del cambio climático en los cultivos alimentarios y cómo el aumento de las temperaturas y los cada vez más frecuentes fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones, diezmarán nuestra capacidad para producir los alimentos que necesita una población en constante crecimiento.
En un estudio reciente publicado en la revista Science, científicos de la Universidad de Washington dieron a conocer que con cada grado centígrado que aumente la temperatura las pérdidas de las cosechas de trigo, maíz y arroz se incrementarán entre un 10 y un 25%, mientras que un aumento de 2 grados podría suponer hasta 213 millones de toneladas menos al año.
Larva de escarabajo de la papa (Leptinotarsa decemlineata) comiéndose la hoja una planta de papa.
Según Curtis Deutch, coautor del estudio, el aumento de los insectos dará como consecuencia dos factores importantes: el aumento de las tasas metabólicas y de reproducción, es decir, habrá más insectos y más hambrientos.
Para contrarrestar estae hecho, los investigadores recomiendan una combinación de herramientas como la rotación de cultivos, nuevos insecticidas, control biológico, cultivos genéticamente modificados resistentes a plagas y una producción controlada en invernaderos o sistemas hidropónicos, de lo contrario nada garantizará la disposición de alimentos para los humanos.
Estudio: http://science.sciencemag.org/content/361/6405/916