Con la finalidad de cuidar su patrimonio natural y arquitectónico, la oficina de turismo holandesa está desarrollando políticas públicas para controlar la llegada masiva de turistas a los campos de tulipanes y lugares céntricos de Amsterdam, su capital.
Generalmente, los turistas violan todas las normas y reglas de los lugares con el único propósito de tomarse una ‘selfie’, se estacionan en lugares prohibidos y caminan por donde no deben, dañando el patrimonio del país, por ejemplo, las delicadas y costosas flores.
Los turistas acuden a los campos por “la mejor foto”, pisan las flores en cuestión de segundos generan importantes pérdidas para los dueños de los campos.
Para contrarrestar el problema, el gobierno holandés comenzó una campaña con unos divertidos spots en los que pide que la gente se saqué selfies desde el borde de los campos de tulipanes, pero sin ingresar ellos y que al subirlas a sus cuentas de Instagram utilicen el hashtag #watchyourfeet ("Cuidado donde pisas").
Fotografías de la red social instagram
Además, con el objetivo de cuidar el idioma holandés, desde 2017 una nueva legislación comenzó a sancionar a los negocios que no tengan menú en el idioma nacional, ya que solo se estaban imprimiendo en inglés. La decisión más fuerte de parte de la oficina de gobierno es que dejará de promocionar el país en el exterior como un destino turístico e intentará dirigir los flujos turísticos hacia las áreas menos exploradas del país.
