-El suelo sube de categoría: ya es reconocido como un recurso natural NO renovable, de vital importancia que debe ser protegido, remediado y conservado.
Por primera vez en la historia de nuestro país se reconoce al suelo, sí ese suelo que todos pisamos, como un recurso de vital importancia que es necesario proteger. El suelo sustenta la vida: en ellos vivimos, construimos nuestras casas, escuelas; de ellos extraemos materiales para edificar ciudades y sus numerosos servicios como hospitales; de ellos comemos, ahí se cultivan los alimentos, en ellos crecen las plantas y árboles que dan alimento, medicinas, hogar, oxígeno; en ellos se filtra el agua para llegar a los ríos, lagos, océanos y demás cuerpos acuíferos que completan este perfecto circulo de vida.
Sin el suelo nada sobre la Tierra existiría, por ello es necesario cuidarlo y sanarlo cuando está contaminado. Un suelo contaminado puede liberar contaminantes en las aguas subterráneas que luego se acumulan en los tejidos de las plantas y pasan a los animales que pastan, a las aves y finalmente a los humanos que se alimentan de las plantas y los animales. Los contaminantes en el suelo pueden causar diversas enfermedades como el cáncer, no sólo entre los seres humanos, sino en todas las especies.
En atención a la importancia de este recurso natural, la SEMARNAT acaba de publicar el Programa Nacional de Remediación de Sitios Contaminados 2021-2024, (PNRSC) el cual está encaminado a recuperar los sitios contaminados en el país para que ningún grupo o comunidad tenga que cargar de manera desproporcionada con los efectos nocivos de la contaminación.
En el PNRSC se identifican en total 913 sitios de los cuales 756 se localizan en zonas rurales y 157 en zonas urbanas, además de 40 sitios de aguas subterráneas contaminadas. De ese gran total, 594 están catalogados como potencialmente contaminados, es decir, para los que se presume un problema ambiental, siendo la causa principal de esta contaminación las actividades industriales, de exploración, explotación y producción de hidrocarburos, tomas clandestinas, fugas, derrames e incendios.
En la mayoría de los sitios contaminados (681) los responsables no han reportado avances desde el 2008, por lo tanto ninguno tiene trámite de conclusión de remediación; en 232 sitios los responsables ni siquiera han presentado su programa de descontaminación de suelos. Finalmente, 18 sitios son propiedad de la federación, entidades federativas o municipios que también tienen que presentar sus programas de remediación.
En la imagen se muestra el suelo contaminado por el derrame de 40 millones de litros acidulados de cobre y otros metales venenosos sobre los cauces de los ríos Bacanuchi y Sonora, ocurrido el 6 de agosto de 2014 por la rotura de una de las piletas de almacenamiento de la mina Buenavista del Cobre, filial de Grupo México. Este hecho afectó la vida en 38 localidades que ahora lucen en el abandono. Los suelos y cauces de agua siguen contaminados.
En febrero pasado, el CONACYT desarrolló el primer webinario científico 2021 titulado “Las regiones de emergencia ambiental: definición y localización en México”, ahí su titular la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, señaló que “el país tiene identificados al menos 50 infiernos ambientales, es decir zonas del país que padecen de problemas graves de contaminación, en suelos, aire, agua, vertidos de todo tipo de contaminantes a gran escala, descargas solidas, líquidas, corredores turísticos o descargas aéreas, de las cuales no se sabe nada”. Y enfatizó que el CONACYT se comprometía a impulsar acciones intersectoriales que dieran respuesta a las emergencias ambientales y sanitarias. La publicación del PNRSC el pasado 5 de noviembre en el Diario Oficial de la Federación es un primer avance en este esfuerzo.
De acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) un sitio contaminado es un “lugar, espacio, suelo, cuerpo de agua, instalación o cualquier combinación de éstos que ha sido contaminado con materiales o residuos que, por sus cantidades y características, pueden representar un riesgo para la salud humana, a los organismos vivos y el aprovechamiento de los bienes o propiedades de las personas”
Objetivos Prioritarios del Programa Nacional de Remediación de Sitios Contaminados 2021-2024, (PNRSC)
1. Fortalecer el Inventario Nacional de Sitios Contaminados y desarrollar una plataforma informática de este Inventario. Se trabajará de maner interinstitucional con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), coordinados por la SEMARNAT.
2. Promover acciones de remediación en sitios contaminados para contribuir al bienestar de la población, y para ello se considerarán sitios ubicados tanto en zonas rurales como urbanas registrados en el inventario. Se exhortará a los responsables de la contaminación para continuar y concluir con la remediación.
3. Fortalcer el marco normativo para la remediación de sitios contaminados, lo cual se abordará en primera instancia con el análisis de los instrumentos que ya existen, como son las Normas Oficiales Mexicanas y Estándares en materia de hidrocarburos y metales, contemplando su actualización de ser necesario y, finalmente, trabajar en una propuesta normativa en materia de remediación de suelo contaminado con contaminantes orgánicos.
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