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Foto del escritorEdith González

El Reciclaje tiene Rostro de mujer

-Estimaciones del Banco Mundial señalan que en 30 años los desechos globales crecerán un 70%, de ahí que sea urgente fortalecer y apoyar a las mujeres recicladoras alrededor del mundo.


-A nivel mundial, la presencia de las mujeres en actividades de reciclaje y gestión de residuos tiende a ser mayoritaria, tanto en niñas como en mujeres adultas, con porcentajes de entre el 60 y 70% respecto a los hombres, lo cual está rompiendo estereotipos de todo tipo y generando nuevas formas de organización.


Autor: Edith González C.


Dicen que las mujeres son el sexo débil, pero no hay nada más equivocado como esa vieja creencia, sino pregúntenle a doña Francia Hernández, quien desde hace 20 años todos los días durante siete horas tiene que jalar su carrito lleno de basura con un peso aproximado de 100 kilos, por calles rotas, con topes y demás obstáculos que impiden un arrastre fácil, ello bajo condiciones de calor, frío o lluvia. Si esto no les dice mucho, entonces piensen en que se levanta a las 4 de la mañana, para en dos horas, llegar a su trabajo. Por las tardes, cuando sale de trabajar debe regresar a su casa a cuidar de su familia, hacer la comida y las labores del hogar ¿cuál sexo débil? me pregunta en entrevista.


Como doña Francia, cada día más mujeres en nuestro país se dedican a la recolección y el reciclaje de residuos, también llamada pepena. Ya sea en el sector formal o informal, barriendo las calles, recogiendo basura de casa en casa, trabajando en centros de acopio, plantas de tratamiento, en rellenos sanitarios o liderando iniciativas ciudadanas, todas tienen un común denominador: están rompiendo estereotipos de género, laborales y sociales en temas de gestión de residuos.

Señora Francia Hernández, con más de 20 años dedicándose al servicio de limpia en la Ciudad de México. Foto Edith González.


Para los investigadores José Juan Cervantes y Lylia Palacios de la Universidad Autónoma de Nuevo León “en México, desde la década del setenta la pepena se está feminizando y en la actualidad la presencia del sexo femenino tiende a ser mayoritaria, tanto en niñas como en mujeres adultas, con alrededor del 60%, lo cual está provocando reacomodos estructurales y nuevas formas de organización", así lo señalan en la investigación “El trabajo en la pepena informal en México: nuevas realidades, nuevas desigualdades", realizada en el 2012.

Los mismos datos son compartido por Lisseth Cordero y Alejandra Valdez, impulsoras de la guía para el reciclaje Ecolana. En entrevista para Ecosmedia, señalaron que la principal población usuaria de su plataforma web son mujeres, no porque así se lo propusieran en su origen, simplemente así se han dado las cosas, “a la fecha las mujeres representan el 70% de nuestros usuarios, con edades de entre 25 y 44 años de edad, principalmente con hijos”, comentó Lisseth Cordero.


Rompiendo estereotipos


El informe “Los desechos 2.0: un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050”, elaborado por el Banco Mundial en el 2018, señala que en el mundo existen 15 millones de recolectores informales de residuos, comúnmente mujeres, niños, ancianos y migrantes, y son las ciudades, los principales núcleos generadores de desechos, tanto por su concentración poblacional, como por el desarrollo económico y la forma de consumo. Las ciudades son el emblema de la sociedad de consumo, contaminación y desigualdad.


“En el 2016, el 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero se generaron por la gestión de desechos sólidos”, Banco Mundial.

De acuerdo a las estimaciones proyectadas en el informe, en 30 años los desechos globales crecerán un 70%, de ahí que las Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo, agencias de cooperación y otros organismos internacionales de financiamiento e investigación estén planteando a los diferentes gobiernos alternativas para mejorar y hacer más eficiente la gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU), “priorizando modelos no tan ambientales ni sociales como la privatización de los servicios de limpia o la incineración de residuos y dejando en segundo plano modelos de manejo de residuos de pequeña escala que incluyen a esta gran fuerza laboral, que ha demostrado aportar soluciones viables en términos ambientales, laborales y sociales para numerosas comunidades de países en desarrollo” afirmó Tania Espinosa Sánchez, Coordinadora de WIEGO en México (Women in Informal Employment: Globalizing and Organizing), una red internacional dedicada a fortalecer a los trabajadores en la economía informal, especialmente mujeres.

Pese a ser poco reconocidos por políticos y sociedad en general y, en el caso de México estar expresamente prohibidos en las leyes ambientales, sin los recicladores de pequeña escala, los niveles de reciclaje en varias ciudades y municipios del planeta serían insignificantes. Ello sin considerar la gran contribución de la pepena a la economía local, a la seguridad y salud pública y a la sustentabilidad ambiental.


Tania Espinosa Sánchez, Coordinadora de

WIEGO México. Foto Edith González


Los recicladores de base no están reconocidos en la mayoría de las leyes estatales sobre la gestión de integral de residuos. En el ejemplo, la ley del estado de Jalisco, aplica para la ciudad de Guadalajara.


Volviendo al informe del Banco Mundial, el 1% de la población urbana en los países en vías de desarrollo (cerca de 15 millones de personas) se gana la vida mediante la recolección de residuos o a través del reciclaje, siendo una cantidad mayoritaria mujeres. Se calcula que el porcentaje en algunos de estos países puede alcanzar hasta el 90% de mujeres empleadas en la economía informal, como son las actividades de reciclaje.


Esta actividad se traduce en porcentajes importantes de reciclaje de hasta el 50 por ciento: en el Cairo, Egipto, el sector informal acopia el 66 por ciento de los materiales con potencial de reciclaje; en Dharavi, Mumbai, India, el 'slum' más grande de Asia, los recicladores separan la mayoría del plástico que la metrópoli genera. Para el caso de América Latina, Fundación Avina sostiene que el 90 por ciento de los materiales reciclados son acopiados por recolectores informales.


Por el contrario, las tasas de recolección por vías oficiales, es decir reportadas por los servicios municipales de limpia de diferentes países, no superan en promedio el 13.5 por ciento de desechos reciclados y un 5.5 por ciento los desechos para compostaje (orgánicos). En América Latina la cifra es menor, con un 2.2 por ciento de recuperación.


En términos laborales este sector es de vital importancia, así lo indica el ingeniero Homero Tamez Vidales en una investigación realizada en el 2014 sobre residuos sólidos urbanos, “en Alemania el reciclaje emplea a más personas que las telecomunicaciones, mientras que en Estados Unidos ha superado a la industria automovilística en la creación de puestos de trabajo directos. Legisladores locales y nacionales de Australia, Dinamarca, Nueva Zelanda y Canadá ya están abogando por políticas sostenibles de reciclaje” afirma en la investigación “Monterrey: Hacia una gestión sostenible de residuos sólidos urbanos”.

El pueblo de Kamikatsu “el pueblo basura cero”, en Japón, recicla el 95% de sus residuos mediante un riguroso sistema que consiste en 34 categorías de residuos. Para este año declarará el cierre total de rellenos sanitario y la incineración de residuos.Foto La Vanguardia


“Sería un gran error pensar que en los países desarrollados no existen recicladores informales, en Francia y Alemania los hay, en Estados Unidos, es cierto que en esos países el servicio de limpieza podrá ser más eficiente y con una cobertura mayor pero eso no quiere decir que no hay personas en situación de pobreza que se dedique a estas actividades”, señaló Tania Espinosa.


Las mujeres son claves en la gestión de residuos


Reportes de WIEGO señalan que si bien, los recicladores se han caracterizado por su independencia e individualismo, desde finales del siglo pasado están cada vez más motivados a organizarse, a pelear por su reconocimiento y por tener un lugar dentro de los sistemas formales de gestión de residuos. En esta lucha, las mujeres han demostrado ser más proclives a pertenecer a 'grupos' como organizaciones, cooperativas, asociaciones, empresas, sindicatos o empresas sociales, algunas incluso optan por formar organizaciones “sólo para mujeres” para poder confrontar mejor los estereotipos de género, como ha sucedido en Colombia o Brasil.

Un estudio a pequeña escala realizado por WIEGO en Brasil, encontró que el 56 por ciento de los miembros de las organizaciones, cooperativas y asociaciones de recicladores eran mujeres, mientras que el 44 por ciento eran hombres.Foto WIEGO.


“En México, la situación es bastante sui generis, en otros países es totalmente anormal que los recicladores informales estén insertos dentro del servicio público de limpieza como es en el caso de la Ciudad de México con los ‘trabajadores voluntarios’ (el personal de los camiones recolectores y carros de basura); en otros países generalmente trabajan de manera paralela pero no dentro del servicio público y su lucha es por ser reconocidos como cooperativas que puedan hacer gestión de residuos o que puedan ser reconocidos como prestadores del servicio”, comentó Espinosa Sánchez.


En México la incursión de las mujeres en temas de reciclaje va en aumento, con presencia principalmente en ciudades, tal es el caso, arriba mencionado, de Ecolana la guía para el reciclaje.


Esta iniciativa impulsada por dos jóvenes mujeres, nació en el 2016 y a la fecha ya cuenta con el registro de más de 250 centros de acopio ubicados principalmente en la Ciudad de México y poco a poco ha ido creciendo hacia otros estados gracias a la participación de las mismas usuarias que registran los centros de acopio de sus ciudades.


Con poco menos de dos años, la plataforma pasó de tener 5 visitas al mes a 500 aproximadamente y el año pasado registró un total de 160 mil visitas, en su mayoría mujeres de la Ciudad de México, muchas de ellas con avances significativos en cuanto a su involucramiento con el reciclaje.

Superar las barreras de género impuestas en un sector liderado tradicionalmente por hombres no fue tarea fácil para Lisseth y Alejandra, las fundadoras. “Generalmente los directores de sustentabilidad de muchas empresas son hombres mayores y cuestionan mucho lo que decimos y sabemos, como nos ven jóvenes y mujeres, tenemos que explicar y demostrar que sí sabemos y que somos capaces de hacer lo que planteamos. En este proceso, los acopiadores que son nuestros clientes nos han ayudado al convencerlos de que sí sabemos. Con el tiempo, hemos visto cambios de actitud, ahora ya valoran y reconocen el trabajo que hacemos”, comentaron en entrevista.


La educación como factor de cambio


En la ciudad de Guadalajara, una de las iniciativas más conocidas y representativas en cuanto educación ambiental es Casa CEM, liderada por otra mujer: Sofía Chávez Arce.


Desde el 2007, la organización civil tiene en funcionamiento un centro de acopio que en total ha acopiado más de 3 mil toneladas de residuos plásticos, papel, vidrio y aluminio y desde el 2009 residuos electrónicos, todo en un breve espacio de 100 metros cuadrados. A decir de Sofía Chávez, “las campañas de comunicación y talleres de separación de la organización han funcionado bien porque la gente lleva sus residuos perfectamente limpios y separados, de esta forma ya no pasan por el servicio público de limpia, van directamente al proceso de reciclaje mediante convenios que tenemos con algunas empresas recicladoras”.

Sofía Chávez Arce, fundadora de Casa CEM, una de las organizaciones civiles ambientales más reconocidas en la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco. Foto Casa CEM


Para la también integrante del Comité Técnico Asesor para el Manejo Adecuado de Residuos con Contaminantes Orgánicos Persistentes en el Ministerio de Medio Ambiente de México, la educación es fundamental y para ejemplo ahí están los focos de infección en que se han convertido los ‘puntos limpios’ que renta el municipio.

“Estos puntos limpios (módulos de cuatro separaciones de residuos) están saturados de todo tipo de residuos, mezclados, porque no hay vigilancia ni control, los cuales luego van a parar a plantas de transferencia donde son separados a mano por trabajadores informales, lo que no se puede separar va a parar a los rellenos sanitarios. Por toda esta cadena de manejo de residuos el municipio paga mucho dinero a empresas privadas (alrededor de 28 mil dólares), cuando el esfuerzo y gasto podría ser mucho menor y con mayores resultados en cuanto a la formación de una educación y cultura ambiental, tal como ha demostrado el modelo de Casa CEM”.


Y no está equivocada. El Banco Mundial señala que los costos en la gestión de desechos representa aproximadamente el 20% de los presupuestos municipales en los países de bajos ingresos. “Con todo ese dinero se podría hacer toda una red de centros de acopio altamente funcionales que además de todo estarían educando a la gente, barrio por barrio resolviendo problemáticas, pero las autoridades optaron por ese esquema y no hay quien los convenza de lo contrario. Incluso si la industria que produce reciclables pudiera impulsar estos centros de acopio en las colonias a través de una organización central, con una organización civil o algo así, donde probablemente el gobierno quede fuera, creo que podríamos hacer un trabajo extraordinario”, comentó.


“No tenemos que educar para separar residuos, tenemos que educar para un consumo responsable” Sofía Chávez Arce, Casa CEM.

Para la fundadora de Casa CEM, la educación es esencial en la gestión de los residuos, “el problema de la basura es un problema de consumo, en Europa donde tienen los mejores sistemas de acopio, de reciclaje y de incineración, no han podido bajar el consumo, sigue subiendo de manera rampante. No tenemos que educar para separar residuos, tenemos que educar para un consumo responsable”. En este mismo sentido, la Alianza Internacional Residuo Cero (Zero Waste International Alliance, 2002), señala que se tiene que hacer más en cuanto a la reducción y reutilización, porque es urgente que los residuos no lleguen a los vertederos o incineradoras.


Aprender a separar los residuos es importante, pero más importantes es aprender a consumir de manera responsable para generar menos residuos. Si pensamos en las estadísticas que indican un incremento considerable de residuos sólidos urbanos (RSU) en los próximos años, entonces debemos empezar a tomar acción al respecto y, en este camino, reconocer a todas las personas que se dedican a mantener limpia las ciudades, es especial a las mujeres, quienes cada día se integran más y de diversas formas al reciclaje de pequeña escala.


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*El proyecto que dio origen a este trabajo fue el ganador de las Becas IRR de Investigación Periodística. La Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo no es responsable por los conceptos, opiniones y otros aspectos de su contenido.


La Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR) es la principal plataforma regional para la articulación de acciones, inversiones y conocimiento relacionados al reciclaje inclusivo y que involucra a actores de los sectores público y privado, organizaciones sociales y recicladores. La IRR fue creada en 2011 por el Fondo Multilateral de Inversiones, y la División de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, Coca-Cola Latinoamérica, PepsiCo Latinoamérica, la Red Latinoamericana y del Caribe de Recicladores y Fundación Avina. (www.reciclajeinclusivo.org/).

La versión completa de este artículo se puede leer en la revista digital Ecosmedia, No. 115, mayo 2020. Click en la imagen.





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