-El desperdicio de comida no solo es inhumano, también genera gases contaminantes, deforesta bosques y selvas y consume demasiada agua.
México pierde anualmente más de 30 millones de toneladas de alimentos, más de un 40 % de toda la producción alimentaria nacional, es decir, un tercio del alimento que se produce en México se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto y con lo que se podría nutrir a las 40 millones de personas en carencia alimentaria.
Para contrarrestar este desperdicio, la Red de Bancos de Alimentos de México (Red BAMX), junto con Pacto por la Comida y la colaboración de GS1 México, (Presidencia honoraria de Pacto por la Comida) lanzó la campaña #EnMéxicoLaComidaNoSeTira, con la cual buscan soluciones efectivas, como la redistribución de excedentes alimentarios, la innovación en el diseño y empaque de productos, para que sean más duraderos y fáciles de reciclar o reutilizar, optimizar los procesos logísticos para minimizar las pérdidas de alimentos en cada etapa, desde el transporte hasta el almacenamiento y la promoción de hábitos de consumo responsables, pues a pesar del enorme volumen de alimentos desperdiciados, 28. 6 millones de personas siguen sufriendo de inseguridad alimentaria y más de 10 millones padecen hambre crónica.
En lugar de seguir el modelo tradicional de "tomar, hacer, desechar", la economía circular se centra en reducir, reutilizar y reciclar, eso mismo se busca con los alimentos y sus empaques.
La Red BAMX reportó que en el 2023 rescataron más de 171 mil toneladas de alimento, del cual 45 % fueron frutas y verduras y un 52 % no perecederos, contribuyendo a mejorar la alimentación en más de 2 mil instituciones y 6 mil comunidades.
“Es crucial que las empresas de todos los sectores adopten modelos de negocio basados en la economía circular. Este enfoque, que busca mantener los productos, materiales y recursos en uso durante el mayor tiempo posible, ofrece una solución viable y sostenible al problema del desperdicio de alimentos”, señaló Juan Carlos Molina, Director General de GS1 México, en el marco del Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, celebrado el 30 de septiembre.
Desperdiciar también contamina
La Pérdida y Desperdicio de Alimentos (PDA) genera grandes cantidades de gases de efecto invernadero y por ende contribuye al aceleramiento del calentamiento global. En México, solo 25 productos generaron 36 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente a las emisiones anuales de 15.7 millones de vehículos, similar al parque vehicular de las Zonas Metropolitanas de la Ciudad de México y los estados de Jalisco y Nuevo León.
Otras de las afectaciones del desperdicio es que contribuye a la escasez de agua, ya que se requiere de recursos hídricos para producir los alimentos sobrantes que nunca serán aprovechados.
En promedio se estima que 40 mil millones de metros cúbicos de agua son desechados por causa de la PDA de 24 productos, se trata de un volumen similar al que utilizaría la población nacional durante 2.4 años.
La PDA también daña a los ecosistemas, ya que el 15 % de las tierras destinadas a cultivos se desaprovechan al producir alimentos que nunca serán consumidos, por lo que acaban sustituyendo ecosistemas como las selvas y los bosques. En México, por ejemplo, 4 millones de hectáreas de tierra de cultivos se desaprovechan al producir alimentos desperdiciados.
El Pacto por la Comida, es un Acuerdo Voluntario (AV) ambicioso que pretende reunir a organizaciones a lo largo de la cadena de producción de alimentos y bebidas (AyB), desde los productores hasta los consumidores, para lograr que los sistemas de producción y consumo de AyB sean más sostenibles, y así evitar la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (PDA). Su meta es reducir la Pérdida y Desperdicio de Alimentos (PDA) en un 50 % en los próximos 10 años.
Se ajusta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas como el Hambre cero (ODS 2) y las metas de producción y consumo responsable (ODS 12.3).
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